¿Qué es un esguince? un esguince es la rasgadura, torsión, distensión o estiramiento excesivo de algún ligamento. Los ligamentos están inervados por nervios, de manera que su distensión o desgarro produce dolor. Si la lesión es tan importante que el ligamento deja de sujetar los huesos en su posición y éstos se separan, se diagnostica una luxación.

¿Qué son y qué hacen los ligamentos?. Los ligamentos son tejidos blandos cuya función es la unión y estabilización de estructuras anatómicas, siendo común de encontrar entre los huesos y cartílagos del organismo, especialmente en aquellos en que forman articulaciones. Su función mecánica es guiar el movimiento normal de la articulación y restringir los movimientos anormales. Los tendones conectan músculo con hueso y los ligamentos interconectan hueso con hueso y tienen un rol muy significativo en la estructura músculo esquelética.

Daño de los ligamentos por trauma: Con un golpe o caída muy fuerte puede producirse un desplazamiento anormal de una articulación o miembro, dañandose los ligamentos que la unen.

Existen tres grados de daño en los ligamentos o esguince:

1. Esguince de primer grado: Sucede cuando se estira demasiado un ligamento y algunas de sus fibras se dañan.

2. Esguince de segundo grado: El ligamento se rompe parcialmente.

3. Esguince de tercer grado: Son los más graves y suponen la rotura total de uno o más ligamentos.

Los síntomas de un esguince son: dolor intenso que aumenta al intentar mover la articulación, dependiendo de la gravedad del esguince puede resultar incluso en imposibilidad de movimiento. Inflamación de la zona y calor local como consecuencia de la inflamación. En algunos casos se produce hemorragia interna a causa de la rotura de vasos sanguíneos y formación de hematoma producto de la lesión. El hematoma puede desplazarse y cambiar de color con el paso de los días. Si el esguince es muy grave puede producirse una luxación, en cuyo caso se verá una deformidad de la articulación como consecuencia del desplazamiento del hueso de su posición normal y el dolor es sumamente intenso, pudiendo derivar en sudoración, náuseas, vómitos, mareos y hasta lipotimias (pérdida momentánea del conocimiento).

El tratamiento para un esguince: Primero que nada es MUY IMPORTANTE concurrir lo antes posible a un centro de salud tratando de mover lo menos posible la articulación, para que te revise un médico, de preferencia un especialista en éstas cuestiones, un traumatólogo. Hacer los estudios necesarios y seguir sus indicaciones.

Las articulaciones más propensas a esguinces suelen ser el tobillo y la muñeca. Para disminuir la hinchazón conviene levantar la articulación afectada (por encima del hombro si es la muñeca y por encima de la cadera si es el tobillo) y aplicar frío con hielo envuelto en una tela. No es recomendable dar masajes ni aplicar pomadas o ungüentos. Si el dolor es muy intenso el médico puede recetarte un calmante o antiinflamatorio. Un esguince leve puede ser tratado con vendaje elástico de la articulación y reposo.  Para un esguince más severo puede ser necesario inmovilización (con yeso o una bota plástica por ejemplo). Durante la inmovilización el cuerpo reemplaza el tejido roto o lesionado por tejido fuerte y sano. Las luxaciones requieren asistencia médica INMEDIATA y procurar no mover la articulación hasta que sea colocada nuevamente en su lugar por un profesional competente. Roturas de ligamento graves y luxaciones pueden requerir cirujía.

La recuperación puede llevar de 3 a 6 semanas o más dependiendo de la gravedad de la lesión.

Este tipo de lesiones son relativamente comunes en la práctica de deportes. Pero se deben tomar ciertas precauciones para evitar o disminuir la posibilidad de esguinces:

  • Utilizar calzado protector para actividades que impliquen esfuerzo sobre el tobillo y otras articulaciones. Asegurate que el calzado se ajuste a los pies de manera adecuada.
  • Evitar calzado con tacos altos
  • Siempre realizar estiramientos y entrada en calor antes de hacer ejercicio o practicar deportes.
  • Evitar deportes o actividades que requieran un esfuerzo para el cual no estás preparado.
  • Realizar ejercicio regular y mantenerte en buena forma, fortalece tus músculos y ligamentos, reduciendo las posibilidades de padecer un esguince.
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